lunes, 14 de enero de 2008

El final

Apenas llegué a mi casa lloré y lloré y lloré y lloré. Fue la primera vez que lloré durante horas seguidas. A esa edad no sabía por qué lloraba pero ahora entiendo que fue porque me sentí reducida a un pedazo de carne, cosa que no está nada mal cuando uno reduce a un pedazo de carne al otro también pero yo lo había llegado a querer, había sido seducida y había terminado enamorándome de un tonto que lo único que quería era tirar conmigo. Qué idiota para haber pensado que me habló de un día para otro porque creyó que era interesante, enigmática, de inocencia oscura. Me di cuenta de que todas las palabras de amor que me dijo no eran nada más que el floro barato de un chico de 16 años que tuvo la suerte de encontrarse con una chica de 14 que nunca en su vida había sido gileada. Cuando dejé de llorar y estuve calmada pensé: 'Ya fue, le voy a decir que ese día no estaba preparada, que era porque no teníamos condón y que podemos intentarlo nuevamente'. Ese fin de semana me encontré con unas amigas para hacer una maqueta y ellas empezaron a hablar sobre sus enamorados, yo siempre era la reservada del grupo, me gustaba escuchar sus historias y sentir lo emocionadas que se ponían cuando hablaban de sus besos con lengua y de cómo sus enamorados querían subir la mano más arriba de la cintura pero sin conseguirlo y mientras tanto yo pensaba que si supieran todo lo que Fer y yo habíamos hecho y lo que estábamos a punto de hacer cuando habláramos y le dijera que estaba lista. No pude aguantar la curiosidad de saber sus opiniones sobre Fer y yo tirando, no pensé que me fueran a decir que no lo haga porque Fer les caía bien y era todo un galán, pensé que me animarían y me darían valor para hacerlo. - Chicas, no les creo nada. - ¡¿Qué?! - exclamó una de ellas con cara de indignación. - ¿Cómo que no nos crees? -pregúntó la otra mientras examinaba mi rostro para saber qué-me-pasaba para andar diciendo ese tipo de cosas. - Ya, ya, no se alteren. ¿Cuánto tiempo están con Alonso y Pancho? - así se llamaban sus respectivos enamorados. - Yo voy 10 meses con Alonso. - Y yo 1 año con Pancho, ¿qué tiene? ¿qué es lo que no nos crees? - Tú vas 10 meses y tú 12 y ¿me van a decir que en más de medio año no han pasado de los besitos? - mientras las miraba con la cara de complicidad más cómplice del mundo para que me lo cuenten todo. Se pusieron rojas, una de ellas miró al piso y la otra, molesta: - Sí, nada más, no somos putas. - Jajajajajaja - mi otra amiga se rió para romper el hielo pero era obvio, ambas habían ido mucho más alla de la segunda base; sin embargo, la primera seguía encolerizada. - No, no te rías ¿acaso es mentira? Yo no soy la perrita de nadie, los otros enamorados que tuve intentaron sobrepasarse conmigo y por eso terminé con ellos. Ahora sigo con Alonso porque me trata como una señorita, no necesito pasar de los besos o de la cintura y tu comentario, Paz, me parece idiota, ¿cuánto tiempo estás con Fer? ¿Un mes? ¿Dos? Máximo dos y ya crees saber todo sobre parejas, supones que es obvio que nosotras ya tiramos, ¿no? o qué, ¿qué insinuabas? Ah.... ¡ya sé! Era una de esas preguntas curiosas, ¿no? Ya lo entendí todo. Quieres tirar con Fer porque 'lo aaaaamas' y quieres saber qué opinamos pero en el fondo te sientes una puta porque si supieras que lo que vas a hacer está bien no tendrías por qué preguntarnos... ¡¡¡Me revientas la paciencia!!! A veces puedes ser tan pesada... - Pero... yo no pregunté nada - más roja no podía estar-. - Ya deja de hacerte la inocente Paz, ¿por qué te pones roja si no escondes nada? ¿sabes qué? Solo termina... termina con él de una vez. - Eh... Paz, no la escuches, está de mal humor - estaba nerviosa, algo estaba mal, lo presentí-. - No... ¿qué pasa? ¿por qué me dices eso? - No la escuches, está loca, vámonos de acá, seguimos en mi casa la maqueta... - ¡No! Ustedes saben algo y no me lo quieren decir, ¡hablen!, ya me di cuenta, ¿han hablado de algo con Fer? - Mira Paz... disculpa, ¿ok? No estoy molesta contigo sino con ese idiota que tienes como enamorado. Estuvo acá antes de que llegaras, vino con una cara terrible, como si se le hubiera muerto alguien y tuvimos que convencerlo para que nos dijera lo que le pasaba hasta que al fin lo soltó. Este lunes va a terminar contigo, va a esperar hasta el lunes porque quiere que 'pases el examen de mate y tengas un fin de semana tranquilo'. No sé qué habrá pasado entre ustedes dos pero no nos quiso decir, su excusa fue que 'ya no es lo mismo' y tú ya sabes que esa es la excusa más pobre que un hombre puede dar, no creí que dijera eso, parecía distinto. Lo que me llega de ti, Paz, es que hayas estado con ese tipo incapaz de dar razones de verdad. Lo que nosotras pensamos es que quiere tirar contigo y tú no quieres y se fue a buscar a una tipa que le abra las piernas como a él le gusta. Y ahora vienes con esa carita de inocencia a decirnos que no nos crees que no hemos pasado de besitos y la verdad que después de todo lo que te acabo de contar espero que no hayas estado pensando en tirar con él. Prometimos no decirte nada pero es que no me pude contener, tienes que terminar con él. - Paz, disculpa que haya tratado de que no te enteres pero tú sabes que no me gustan los problemas, pensé que se las arreglarían solos pero mira, si alguien va a terminar con alguien, que seas tú. - Sí... tienen razón, qué pava, ya fue, ya fue - una lágrima cayó al suelo y me abrazaron-. Ya no se pongan tan cursis que me van a hacer llorar, ya se cagó ese idiota. - ¡Eso! - ¡Abajo los hombres! Jajaja...